A
mediados del siglo XIX es la etapa característica de la separación del estado e iglesia, debido que se penetran a México ideas francesas,
anglosajonas y alemanas, percibiéndose el liberalismo
y positivismo con predominio de
este último, sin embargo, entre las
clases medias y bajas o trabajadoras, se deja sentir la influencia del socialismo utópico y del anarquismo fortalecido en 1880 con
la llegada de anarquistas italianos y catalanes, que contribuyeron a despertar
conciencias en esa clase y otorgar su participación en el movimiento
revolucionario.
Aparece
con Joaquín Baranda, como Secretario
de Instrucción Pública en el Congreso de 1889, se planteaba la necesidad de colonias infantiles en el
medio rural, instituyendo la enseñanza primaria por medios cooperativos,
quedando recomendadas a maestros interinos y aplicados en muy pocas
comunidades, perdiéndose posteriormente por las situaciones que vivía en el país
y las condiciones precarias del magisterio.
Durante
la mecanización y racionalización de la industria y la crisis económica mundial
generada, se popularizo internacionalmente el comunismo y el nacionalismo o fascismo,
como sistemas prometedores al mejoramiento.
En México,
con el presidente Calles, la educación
rural toma perfiles definidos de comunidades educativas- laborales,
vinculando la enseñanza con el trabajo productivo, para modificar las
condiciones de la vida campesina, sus pensamientos se dirigían a ensenar menos
dentro del aula y más fuera de ella:
Se
establecieron anexos que se clasificaban
en seis grupos:
- · Higiénico- sanitarios: letrinas, baños, botiquín.
- · Agropecuarias: parcela, huerto, jardín, hortaliza, gallinero palomar, porqueriza.
- · De extensión cultural: museo, biblioteca, escritorio público.
- · Para recreación: campo deportivo, teatro al aire libre, parque.
- · Actividades manuales: carpintería, alfarería, juguetería, cestería.
- · Actividades domésticas: cocina, costurero, lavadero, panadería, tejido de fibras, comedor.
La
labor de Moisés Sáez y Rafael Ramírez, aun cuando fueron tomadas
en cuenta dentro de la Escuela Nueva, contienen ideas básicas de la pedagogía socialista.
En
el mandato Cardenista, se da la aplicación de ideas socialistas y
nacionalistas, con la reforma agraria y la nacionalización de recurso,
promoviendo la organización de las clases obreras y campesinas, concediendo
exenciones arancelarias y fiscales a nuevas industrias y ampliando servicios públicos.
La educación
socialista se implanta en este sexenio y es fundamentada por la pedagogía de “Complejos”
de Blonskij, la que permitió un desarrollo considerable en el medio rural,
beneficiando a campesinos e indígenas; se impulsaron también la formación de sindicato
y el de maestros se agrupo nacionalmente.
Se brindó
atención especial a la enseñanza agrícola; se estructuro un sistema de educación
para hijos de trabajadores, comprendiendo desde la primaria hasta la
preparatoria y con servicio de internado. Para este sistema, se toman las bases
de la pedagogía de Makarenko los “colectivos”.
Se
popularizo más la educación y se fundó la universidad obrera de México, donde
se proyectó la acción hacia el proletariado, con la doctrina revolucionaria
socialista.
Con
esta pedagogía se pretendía de las nuevas generaciones conocieran la escuela en
la vida, llevando una educación en base al trabajo productivo que hace que las
nuevas generaciones a través del estudio, valoren lo que el trabajo representa
para el hombre y aporten transformaciones para dignificarlo y humanizarlo,
mediante su propio engrandecimiento.
La educación
se daba tanto en talleres como en fábricas o campo, siendo el profesor el guía social
que a la vez que velaba por el aprendizaje de sus alumnos, defendía los
intereses del pueblo al establecer un fuerte vínculo de cooperación y ayuda
mutua entre la escuela y la comunidad.
Aun
cuando los resultados no fueron de todo satisfactorios, por las condiciones en
que se operó, un México post revolucionario y unos maestros no preparados
dentro de esa pedagogía e ideología se puede decir que fue una época de politización
de un pueblo, donde muchos maestros en su afán de remediar las problemáticas existentes
en el área rural y conscientes de los derechos, rebasaron los limites de la
labor social y se lanzaron a la actividad política. En este periodo, se fundan
las raíces del materialismo dialéctico, desarrollando al educando integralmente
y vinculándolo con el proceso histórico social de su pueblo, partiendo de su
realidad y transformándola.
Posteriormente,
se desecha el socialismo y se vuelve a las bases del liberalismo para retomar
de nuevo un desarrollo capitalista.
En
las universidades, principalmente en la capital y al sur del país, se siente la
influencia de teorías revolucionarias, de izquierda, que permiten una visión autentica,
de la realidad del pueblo mexicano, mismas que generan los conflictos
estudiantiles del 68.